Es la primera vez que puedo ver a Don Esteban después de su terrible accidente donde perdió sus dos piernas en el mes de octubre.
El regalo que me hice a mi misma en el día de Navidad fue el ir a visitarlo.
Durante los 35 minutos que me llevó llegar hasta el hospital pensaba acerca de el...de como lo iba a encontrar físicamente y anímicamente, me preocupaba en mi mente que cosas podía conversar con el y de como podía yo, darle ánimo.
Créanme que desde que entré hasta que salí de su cuarto Don Esteban no paró de hablar. El hombre tiene un ánimo increíble, es mas, nunca lo había escuchado hablar tanto. Me contó lo que hace, que se sienta en su silla de ruedas que los mismos doctores le regalaron y se va a pasear dentro del hospital, hace sus ejercicios de terapia, juega a los dados con los demás pacientes, los enfermeros lo aprecian mucho y el ve la vida como si nada ha pasado.
Y eso no es todo! Don Esteban perdonó de corazón a la mujer que lo dejó sin sus dos piernas...Que increíble, verdad? Esa mujer pudo haber quedado en la cárcel pero al tener el perdón de este humilde hombre como es Don Esteban, se le ha dejado en libertad a esa señora.
Ahora, como puede uno perdonar aun cuando te dejan sin dos piernas para caminar? Es algo que no puedo comprender pero puedo aprender con solo observar a Don Esteban que es un hombre que vive lleno del amor de Dios aun cuando casi estuvo a punto de perder su propia vida.
Aprendí una gran lección en ese día de navidad por ir a visitarlo. El mejor regalo que fue el aprender que uno debe seguir adelante, vivir agradecido cada día y vivir lleno del amor puro de Cristo.
Gracias Don Esteban por su ejemplo, su buen sentido del humor y por sus fuerzas de seguir viviendo. Mis respetos a usted.