jueves, mayo 11, 2006

Una oración contestada.

Teníamos que tomar una decisión importante en nuestras vidas. Mi esposo se había graduado de la universidad y estaba buscando trabajo( en realidad hacía un año que había comenzado la busqueda). Vivíamos en Provo en un apartamento para estudiantes, con dos hijos pequeños y poco dinero.

El dia llegó cuando lo llamaron para un trabajo en México. Fué a la entrevista y parecía todo muy bonito porque era en la misma ciudad donde es mi esposo, con oportunidades de ascender rápido y otros servicios muy buenos. Estábamos muy entuciasmados pero cuando supimos de cuanto le pagarían no nos gustó mucho la idea de tomar el trabajo. Pero era la única oferta que había recibido hasta ese momento y cuando supimos que el mismo tipo de trabajo en los EE.UU. pagaban el triple me desilucioné.

Confiezo que tenía miedo de ir a vivir a México. Era la primera vez que oraba y oraba y no hallaba una respuesta. Mi esposo siguió adelante como si este sería la única posibilidad de trabajo asi que les envió una carta a la compania para negociar el sueldo lo cual fue negado y para un dia viernes teníamos que responder si queríamos ese trabajo o no. Fueron dias difíciles. Me acuerdo que me encerré en mi cuarto y me puse a orar y luego me senté para leer las escrituras especificamente el Libro de Mormón. Abrí en un versículo que en verdad no me ayudaba mucho a aclarar mi mente, lo cerré y lo abrí nuevamente y apareció todo este capitulo 111 de Doctrina y Convenios. Lo leí y en ese mismo momento supe que allí estaba la respuesta aunque en ese momento no lo comprendía muy bien el porque.

Ese mismo día sonó el teléfono y mi esposo fué para atenderlo pero aún no sabíamos cual sería la respuesta que daríamos a la oferta de México pero para nuestra sorpresa era un llamado del estado de Ohio de otra compania diciendo que estaban interesados para darle a mi esposo un puesto de trabajo y que el lunes teníamos que tomar una decisión. Recuerdo que cuando cortó la llamada le mostré a mi esposo lo que había hallado en las escrituras y ya nos sentíamos un poco mas tranquilos porque teníamos dos oferta y no solo una. Todo ese fin de semana estuvimos orando y meditando para tomar la decisión correcta. No teníamos idea de como era Ohio asi que nos fuimos a la internet para buscar toda la información posible.

Al final aceptamos el venirnos para el este y estamos muy felices por la decisión tomada.
Aún sigo leyendo el capitulo 111 y más claro y entendible esta para mi.
Se que Dios siempre nos bendice de una forma u otra. Nunca te deja solo y el sabe cuando te dará una respuesta a tu oración. Hay veces que es en el momento, otras no tan rápido pero nunca lo deja sin contestar.

Tengo un testimonio fuerte de la oración. Sé que las oraciones son contestadas siempre y cuando oremos con un corazón sincero y humilde.

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