domingo, julio 26, 2015

Diferencias

Que relajante es llegar al punto de poder decir: esto es lo que quiero hacer yo, esto es lo que me satisface a mi. No hay un modelo de vida: lo que a mi me encanta a ti no te gusta, y todo esta bien! Por qué tengo que convencerte de que mirar el río es más divertido que entrar en la internet? Tú quédate con el ordenador y yo me voy a patinar al río. Nos vemos luego.

A veces uno tarda años en aceptar o entender del porque tu pareja no disfruta las mismas cosas que uno. La mayoria nos peleamos porque quiere convencer al otro de que su postura es la correcta. partamos de la base de que no hay una postura correcta. Entonces esta bueno decir: esto para mi es bueno aunque a todo el mundo le guste otra cosa y poder respetarlo, no necesitar la autorización del otro sino aceptar la diferencia y listo. 

Hace un par de dias comencé a leer un libro donde he sacado los dos párrafos anteriores que acabaste de leer. El libro se llama: "Amarse con los ojos abiertos" de Jorge Buca y Silvia Salinas. Es una historia de crecimiento personal a través de un encuentro electrónico. Esta bonita la historia y reflexionas mucho. Recomendado esta.

Volviendo al tema principal, recordé una experiencia que escuché hace años acerca de un jóven que le encantaba el futbol americano. Recién casado con una jóven que odiaba ese deporte y el contó de lo mal que se llevaba con su esposa cada vez que el decidia ponerse a mirar un juego. Sentarse en el sillón de la casa por cuatro o cinco horas de partido era lo mejor del dia para el, pero para su esposa era una perdida de tiempo total. El ver a su pareja por tantas horas echado en el sillón frente a la pantalla era simplemente algo enfermizo. No se que habrá sido de esa pareja de recien casados y de como fueron llevando esa diferencia.

A mi me pasó algo muy parecido. Me casé con un hombre fanático del fútbol(soccer) desde antes de casarme me di cuenta que el amaba ese deporte...Al principio lo acepté con la esperanza de que cambiaría algún dia...Gran error... Asi que cada sábado que llegaba me iba molestando que el se fuera a jugar. Sentía que su prioridad era el fútbol y nada más.
Como flamante esposa fuí apoyándolo al principio porque si eso le hacia feliz yo lo acompañaría tambien en su felicidad. Lo hice por un buen tiempo y hasta en algunas oportunidades despues de casi 17 años de casada lo sigo haciendo pero muy esporadicamente, eso de ir a verlo jugar. (ahora es peor porque al principio era solo los dias sábados...ahora tambien son los martes y los jueves).

No tuvimos hijos por los dos primeros años de matrimonio asi que mientras que el jugaba yo me llevaba un libro para leer o alguna manualidad y asi hacerle sentir que estaba cerca de el.
Los años fueron pasando, los hijos fueron naciendo y ya no era tan divertido mirar un partido de fútbol. Salir con los niños ya comenzaba ser dificil porque se me escapaban para todo lados, se metian en la cancha para agarrar la pelota, tenian hambre, lloraban, a veces estaban de mal humor y entonces comencé a quedarme en la casa en vez de seguir acompañando a mi esposo.

Llegó en un momento a molestarme mucho verlo jugar y ver como lo estaba pasando bien mientras yo lidiaba con niños pequeños en el parque. Y eso no era todo!!! porque despues del partido no habia nada para comer en la casa,asi que despues de pasar un mal rato en el parque yo tenia que ocuparme llegando a la casa, de la cocina y la comida porque si no concinaba yo, no habia nada para comer!

Pero bueno..la vida a seguido igual y sigue igual aún despues de tantos años... A el le guta jugar y le gusta mirar fútbol y yo detesto el futbol y es perdida de tiempo.
El leer esos parráfos de ese libro(amarse con los ojos abiertos) me hizo reflexionar un poco con la idea de "...llegar al punto de poder decir: esto es lo que puedo hacer, esto es lo bueno para mi. No hay un modelo de vida: lo que a mi me encanta a ti no te gusta, y todo está bien." Seria genial poder decir: "esto para mi es bueno aunque a todo el mundo le guste otra cosa, y poder respetarlo: no necesitar la autorización del otro sino aceptar la diferencia".

Me hizo mirarlo desde una perspectiva diferente, pensar de otra forma. No se si es bueno o malo pero que debemos aceptar que cada uno es diferente y que cada uno le gusta hacer cosas diferente, en eso estoy de acuerdo. No podemos cambiar al otro, pero si quizas mejorarlo y lo mas importante complementarnos uno con el otro, especialmente cuando se trata dentro de un matrimonio.


jueves, julio 16, 2015

Enamoramiento Vs. Amor

No hace mucho tiempo atrás escuché de un amigo unas palabras que me hicieron reflexionar y que ahora leyendo este artículo lo entiendo mucho mejor. Cuando nos casamos...nos casamos enamorados o nos casamos amando? No hay nada que atente más contra el verdadero amor que conformarse con algo menos que el ideal soñado. Te pasas gran parte de tu juventud esperando a un hombre que te haga temblar de amor solo con mirarte a los ojos, un príncipe que te haga desmoronar con su sonrisa, pero a medida que transcurre el tiempo te convences que ya no quedan hombres así, o lo que es peor, comienzas a sospechar que quizá nunca nadie te va a enamorar como te mereces, que tal vez eso solo pasa en las películas. Lo único que te queda y sabes con certeza, es que estás profundamente enamorada…pero del amor. Aunque aún no te has enamorado de nadie, aun así tienes la capacidad de leer una tarjeta romántica y conmoverte hasta el alma, o puedes mirar una película de amor y llorar como una niña…es que las ganas de enamorarte son tan fuertes que el mismo amor que esperas. Y enamorarse del amor nunca es bueno, porque siempre lo ideal va a colisionar con la realidad; cuando no logras enamorarte de alguien de verdad y solo amas el amor, el romanticismo no alcanza y termina en la cursilería barata. Las amigas comienzan a decirte: “¿Y qué estás esperando? ¿Al hombre perfecto? Olvídate! Búscate a un hombre bueno que te quiera bien y date por dichosa!” Y lo peor…es que les empiezas a creer, abandonas la búsqueda de ese verdadero amor soñado, le pones un cartel de “disponible” a tu corazón y te dejas atrapar por el primer muchacho bueno que te promete una familia estable. Conozco a varias mujeres que se casaron con la ilusión que el casamiento por sí mismo les iba a regalar la felicidad que buscaban; pero tan pronto terminó la boda y la luna de miel fue un recuerdo del mes pasado…quedaron tan vacías como cuando aún no amaban. Es que se casaron enamoradas del amor, y no del amado. Son esas mujeres que cuando le preguntas si son felices te responden como solían hacerlo nuestras abuelas: “La verdad, es que es me tocó un hombre bueno y muy trabajador…no puedo quejarme, es un buen padre”; te dan ganas de decirle: “No te pregunté si tu esposo es un vago, un hombre malo o un pésimo padre, te pregunté si eres feliz, si ese hombre despierta tu pasión todos los días, si te corta la respiración cuando te roza la piel, si te tiene enamorada como a una tonta adolescente aunque hayan pasado más de veinte años!” Es que el amor simplemente ocurre el día menos pensado, cuando descubres que el corazón ya no te pertenece y se transforma en un cóctel de sentimientos que no puedes controlar y mucho menos disimular, especialmente cuando él te mira directo a los ojos. El estar enamorado hasta la médula es un sentimiento que nos ha regalado el Señor, no hay que tenerle miedo. La semana que no lo ves, es como si todo el paisaje se volviera gris. El solo saber que entra al lugar donde estás, se te ilumina el alma, te comienza a latir fuerte el corazón y te comportas como una adolescente. El recibir un pequeño mensaje de texto de él, una simple línea, simplemente te cambia el humor de todo el día, o lo que es mejor, de toda la semana. Sin duda, hay un elemento emocionante en la atracción física, pero es sólo una de las muchas cosas que te atraen. A medida que pasan los días, te enamoras más y más. Si estás enamorada, la persona que amas saca a relucir tus mejores cualidades y te hace querer ser una mejor persona. El amor verdadero saca lo mejor de ti, nunca lo peor; de allí surge como consecuencia la admiración. Uno admira a quien logra descubrir lo más bello y secreto que hay en tu interior. Cuando amas, incluso la ausencia hace que tu corazón se enamore más y más. El amor puede sobrevivir la prueba del tiempo y de la distancia. Y te aseguro que sobrevivirá. No te hace falta verse todos los días para asegurarte lo que sientes. Simplemente con recordar cada frase, cada gesto, cada mirada…te alcanza y sobra para entrecortarte la respiración. Ninguna otra persona, por atractiva que sea, puede llenar el vacío de tu corazón como lo hace el. Lo patético del caso es que quien está enamorada del amor, un buen día se conforma con un “peor es nada” o con un “por lo menos no estoy sola” y trata de convencerse que lo ama. Piensa que en el fondo, es afortunada en haber dado con un “hombre bueno”, que la quiere bien, le dará la oportunidad de formar una familia, la va a cuidar y no le hará faltar nada; y como quien compra un electrodoméstico, se auto convence que se acostumbrará a esta nueva vida con lo que acaba de adquirir. Cada noche piensa que esto debe ser lo más parecido al amor que ella soñaba, que tarde o temprano va a aprender a amarlo. Pero a amar nunca se aprende (se siente o no se siente) el amor de uno solo nunca alcanza para los dos y aunque bese durante treinta años al mismo sapo, nunca se convertirá en príncipe (lamento hacerle añicos el cuento a alguna princesa con mi exagerada dosis de sentido común). No estoy tratando de decir que tu amado no sea de carne y hueso, todo lo contrario, Lo más probable es que tenga tantas virtudes como defectos, y es justamente por esa razón que necesitas sentir amor del bueno. Ese amor que perdura y aumenta con los años porque la llama se mantiene encendida y no porque quedaste atrapada en una relación. Aun así, soy de la idea que todo podría marchar medianamente bien por algunos años y quizá ella logre acostumbrarse a una vida medianamente tranquila junto a un “hombre bueno y trabajador”, mientras va olvidando aquel amor ideal que nunca llegó a su puerta. Pero un día (no importe cuantos años hayan pasado) en alguna esquina de la vida, ella se topa con ese verdadero amor con el que siempre soñó y guardó en su corazón de quinceañera. Alguien que con solo mirarla le hace pedazos todo lo que ella creyó construir con mucho esfuerzo y la logra derretir solo con su sonrisa de caballero. Porque aunque ya no lo espera, un buen día irrumpe en su corazón y literalmente le desmorona lo que hasta ese entonces ella creía que era el amor. Ella se vuelve a sentir una adolescente y tonta enamorada (tenga la edad que tenga), por primera vez aparece esa sensación de mariposas en el estómago y no puede dejar de pensar en el nunca más. Pero claro…ya es demasiado tarde, ella creyó que con estar enamorada del amor le bastaría para aprender a amar al “hombre bueno” que tiene a su lado…hasta que realmente se topa con el verdadero príncipe que no supo o no quiso esperar. Como ella es una señora de bien, no hará ninguna locura y ocultará ese nuevo sentimiento en las profundidades de su corazón (como supo decir aquella anciana de la película Titanic de James Cameron: “El corazón de una mujer es un océano de secretos”) ella amará en silencio, y cada noche se irá rápido a la cama para permitirse de vez en cuando soñar con ese amor que le ocasiona cosas que ella pensaba que ya no era capaz de sentir, mientras que sabe que debe compartir el resto de lo que queda de su vida con el hombre bueno, que por lo menos “no la hizo sentir tan sola” cuando pensaba que aquel príncipe nunca llegaría. ¿Te parece una historia demasiado triste? Es probable. Pero es una hipótesis, algo que en la medida de lo posible, deberías evitar que te suceda. Por eso siempre que alguien que va a casarse y viene a pedirme algún consejo, lo primero que le pregunto es si realmente ama a su pareja con locura, con esa pasión con la que el Señor nos dotó para amar, incondicionalmente y con todo el corazón. Y en ocasiones, termino descubriendo que tal vez quien está a punto de casarse solo está “enamorado del matrimonio”, “de tener una familia propia” o “enamorado del romanticismo”. Ninguna de las tres motivaciones alcanza para pasarse el resto de su vida junto a otra persona. O sea, claro que puedes, la gran pregunta es si serás feliz. Asi que este mensaje es para ti, pequeña Princesa: No importa si tienes 15 o 50 años y nunca te enamoraste de verdad, sigue esperando a tu príncipe y no te conformes con algo menor a un corazón locamente enmorado. Te preguntas si exite ese principe? Claro que existe ese amor de las peliculas. Por supuesto que existe ese hombre que con solo mirarte unos segundos puede desnudarte el alma y dejarte expuesta como a una niña. Te doy mi palabra de honor que existe ese hombre con el poder de derretirte solo con su mirada y que logra estrujar tu corazón con una sonrisa. Ese hombre está en alguna parte, tal como lo soñaste. No te quedes dormida de tanto esperar...te aseguro que él te despertará de tu letargo con un beso que cambiará tu vida, tal como la conoces hasta hoy. -Dante Gebel.

miércoles, julio 01, 2015

El famoso llamado "Principe Azul"?

Una sueña siempre con aquel principe azul que vendrá por nosotras en un caballo blanco y que nos arrebatará de nuestros padres y nos llevará a vivir ese increíble sueño de amor que todas hemos soñado alguna vez. Pero en realidad existe ese principe azul?
Crecemos pensando que si exite y que vendrá a rescatarnos de nuestra mediocridad de vida y que yendonos con el, viviremos la historia mas bonita de todos los tiempos.

Creer o no creer? Existen las fantasias y creo que esta es una de ellas. Esta fantasía se va alimentando en nosotras mismas por medio de los cuentos de hadas y peliculas, novelas que miramos, canciones de amor que escuchamos y programas de televisión que se encargan de hacernos pensar que encontraremos ese amor que nos hará felices por siempre.

Al encontrar ese amor... no nos pasa que nos vamos cegando? dejamos poco a poco de ir escuchando que nos dicen o que nos aconsejan, vamos dejando de mirar a nuestro alrededor y comenzamos a vivir y a desvivirnos por ese amor que llegó y que tocó nuestro corazón. Todo lo vemos color de rosas y pensamos que la vida es bella y perfecta y que nunca se desvanecerá el amor y que nunca vendran los problemas y que siempre seremos felices. 
Nuestra mente no piensa en los obstáculos que se van a presentar en el camino, porque siemplemente en esa etapa de enamoramiento no se ven o no los queremos ver...mas bien sonreimos y decimos que el amor todo lo puede, todo lo soporta y todo lo solucionará. Comenzamos a creer que a nosotros no nos va a pasar nada, pero que si le puede pasar al amigo, al vecino, pero no a nosotras.

Puede llegar a morir el amor? Un dia despertamos y vemos que ese principe en el cual siempre hemos soñado y confiando no está! Existió entonces algun día? Hay diferencia entre el estar enamorada y amar? Ahi es cuando llegan a nuestra mente los muchos interrogantes! Llegan las preguntas de: Que nos pasó? que hice mal? Si el me prometió ser feliz siempre! y porque justo a mi? si yo creía ciegamente en ese amor, en ese principe azul!

Si creías en el amor y en ese principe azul...te pregunto...Hiciste algo para alimentarlo?
En una oportunidad leí que la relación de pareja se compara a un jardín. Para tenerlo hermoso y para que sea el mas hermoso de todo nuestro vecindario, hay que trabajar en el, hay que abonar la tierra, hay que sembrar semillas, hay que regarlo diariamente y hay que quitar toda maleza que pueda matar a esas semillas y luego con el tiempo y paciencia veremos que lo que hemos plantado y cuidado con tanto cariño y amor se irán convirtiendo en bellas plantas cargadas de hermosas flores.

Me gusta esa comparación!!! Sé que todos pasamos por esa cosa llamada "crisis matrimonial" pasa en todo matrimonio. No solo le pasa a los pobres...sino tambien a los ricos, a los famosos y a los no tan famosos. Y porque sucede eso? porque simplemente dejamos de cuidar ese jardin que con tantas ganas y entuciasmo comenzamos una vez. Simplemente vamos dejando poco a poco de mimarlo, de consentirlo, comenzamos con excusas, falta de tiempo, prioridades, distracciones...etc. y luego en un abrir y cerrar de ojos nuestro jardin o mejor dicho nuestro matrimonio va acercándose al borde del abismo.

Hay muchos factores que nos pueden ayudar, hay muchos articulos que podemos leer y muchos consejos que podemos seguir. Por lo pronto debemos creer en nosotras mismas, no en el principe azul. Es verdad...el amor existe, existió y seguirá existiendo siempre. Debemos aprender que el amor hay que ir nutriéndolo y nunca dejarlo ir o dejarlo morir. Si estamos con la persona que deseamos estar y de la cual estamos enamoradas, trabaja para que ese amor no se vaya marchitando. Mantenlo siempre vivo porque siempre corremos el riezgo de perderlo.

Recuerda que es como un jardin donde debe existir la comunicación, la delicadeza, el amor sincero, paciencia, fidelidad, compromiso, union...etc.
Aqui lo importante es trabajar juntos para que este sea y se vea lo que le llamamos el jadin de flores mas bonito.