A veces uno tarda años en aceptar o entender del porque tu pareja no disfruta las mismas cosas que uno. La mayoria nos peleamos porque quiere convencer al otro de que su postura es la correcta. partamos de la base de que no hay una postura correcta. Entonces esta bueno decir: esto para mi es bueno aunque a todo el mundo le guste otra cosa y poder respetarlo, no necesitar la autorización del otro sino aceptar la diferencia y listo.
Hace un par de dias comencé a leer un libro donde he sacado los dos párrafos anteriores que acabaste de leer. El libro se llama: "Amarse con los ojos abiertos" de Jorge Buca y Silvia Salinas. Es una historia de crecimiento personal a través de un encuentro electrónico. Esta bonita la historia y reflexionas mucho. Recomendado esta.
Volviendo al tema principal, recordé una experiencia que escuché hace años acerca de un jóven que le encantaba el futbol americano. Recién casado con una jóven que odiaba ese deporte y el contó de lo mal que se llevaba con su esposa cada vez que el decidia ponerse a mirar un juego. Sentarse en el sillón de la casa por cuatro o cinco horas de partido era lo mejor del dia para el, pero para su esposa era una perdida de tiempo total. El ver a su pareja por tantas horas echado en el sillón frente a la pantalla era simplemente algo enfermizo. No se que habrá sido de esa pareja de recien casados y de como fueron llevando esa diferencia.
A mi me pasó algo muy parecido. Me casé con un hombre fanático del fútbol(soccer) desde antes de casarme me di cuenta que el amaba ese deporte...Al principio lo acepté con la esperanza de que cambiaría algún dia...Gran error... Asi que cada sábado que llegaba me iba molestando que el se fuera a jugar. Sentía que su prioridad era el fútbol y nada más.
Como flamante esposa fuí apoyándolo al principio porque si eso le hacia feliz yo lo acompañaría tambien en su felicidad. Lo hice por un buen tiempo y hasta en algunas oportunidades despues de casi 17 años de casada lo sigo haciendo pero muy esporadicamente, eso de ir a verlo jugar. (ahora es peor porque al principio era solo los dias sábados...ahora tambien son los martes y los jueves).
No tuvimos hijos por los dos primeros años de matrimonio asi que mientras que el jugaba yo me llevaba un libro para leer o alguna manualidad y asi hacerle sentir que estaba cerca de el.
Los años fueron pasando, los hijos fueron naciendo y ya no era tan divertido mirar un partido de fútbol. Salir con los niños ya comenzaba ser dificil porque se me escapaban para todo lados, se metian en la cancha para agarrar la pelota, tenian hambre, lloraban, a veces estaban de mal humor y entonces comencé a quedarme en la casa en vez de seguir acompañando a mi esposo.
Llegó en un momento a molestarme mucho verlo jugar y ver como lo estaba pasando bien mientras yo lidiaba con niños pequeños en el parque. Y eso no era todo!!! porque despues del partido no habia nada para comer en la casa,asi que despues de pasar un mal rato en el parque yo tenia que ocuparme llegando a la casa, de la cocina y la comida porque si no concinaba yo, no habia nada para comer!
Pero bueno..la vida a seguido igual y sigue igual aún despues de tantos años... A el le guta jugar y le gusta mirar fútbol y yo detesto el futbol y es perdida de tiempo.
El leer esos parráfos de ese libro(amarse con los ojos abiertos) me hizo reflexionar un poco con la idea de "...llegar al punto de poder decir: esto es lo que puedo hacer, esto es lo bueno para mi. No hay un modelo de vida: lo que a mi me encanta a ti no te gusta, y todo está bien." Seria genial poder decir: "esto para mi es bueno aunque a todo el mundo le guste otra cosa, y poder
Me hizo mirarlo desde una perspectiva diferente, pensar de otra forma. No se si es bueno o malo pero que debemos aceptar que cada uno es diferente y que cada uno le gusta hacer cosas diferente, en eso estoy de acuerdo. No podemos cambiar al otro, pero si quizas mejorarlo y lo mas importante complementarnos uno con el otro, especialmente cuando se trata dentro de un matrimonio.