domingo, abril 10, 2016

¡Cuando sientes que te hablan a ti!

Quiero compartir una experiencia que tuve hoy, domingo por la mañana, cuando estaba sentada con mi familia escuchando a mi presidente de estaca de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Como último orador de la reunión, antes de finalizar su discurso hizo un alto y compartió en ese momento que sentía que debía decir algo. Las palabras que salieron de su boca fueron:  "hay personas aquí que se sienten aislados, ignorados por los demás, que sienten como que estan desnudos, que les falta algo". Sus palabras exactas en inglés fueron "people who feel like strangers and naked". Y siguió diciendo: "Miren a su alrededor, y miren con los ojos de un Padre Celestial. Mírense con los mismos ojos que los miraría Dios".

Esas palabras resonaron en mi corazón porque ¡así me siento yo! Aun siento que estoy aislada y siendo ignorada desde que llegué al nuevo barrio al que asisto. Especialmente lo siento entre las mujeres. Es dificil ser nueva!

Recuerdo que en la conferencia general de la Iglesia del mes de octubre del año 2015, el Elder Dale G. Renlund del Quórum de los Doce Apostoles dijo: "Ahora me doy cuenta de que para servir a los demás en forma eficaz, debemos verlos a través de los ojos de un padre, a través de los ojos del Padre Celestial. Solo entonces podremos empezar a comprender el verdadero valor de un alma; solo entonces podremos percibir el amor que nuestro Padre Celestial tiene por todos Sus hijos; solo entonces podemos darnos cuenta de la preocupación del Salvador por ellos. No podemos cumplir plenamente nuestra obligación bajo convenio de llorar con los que lloran y dar consuelo a aquellos que necesitan de consuelo a menos que los veamos a través de los ojos de Dios. Esta perspectiva ampliada abrirá nuestro corazón a los temores, desilusiones y penas de los demás; pero el Padre Celestial nos ayudará y consolará...." "Solo cuando vemos a travéz de los ojos de nuestros Padre Celestial podemos ser llenos del "amor puro de Cristo"

Al término de la reunión me quedé sentada en la banca con lágrimas que comenzaron a salir y caer por mis mejillas. Habia sentido tan fuerte esas palabras de mi presidente de estaca. Mis hijos comezaron a notar que a mamá le estaba pasando algo. Me preguntaban...estas bien mami? Mi hijo mas pequeño se me acercó y tocando mi mano me preguntó: Te duele tu espalda mami? Me preguntó de mi espalda por un reciente accidente que tuve donde se vió afectada mi espalda. Pero mi hija mayor se habia dado cuenta que no lloraba por eso y ella dijo: "Mami, ha sentido el Espiritu de la reunión, por eso llora"

Ojalá y siempre podamos vernos, tu y yo, con los mismos ojos con que Dios nos mira.






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