domingo, octubre 30, 2016

Ejemplo y aprendizaje de una Conferencia de Estaca

Fin de semana de conferencia de estaca para los Santos de los Ultimos dias en Saratoga Springs. Siempre quiero encontrar una excusa para no asistir por ser la primera sesion un dia sábado por la noche. Siempre quiero quedarme en la casa haciendo otra cosa y no estar sentada por una hora y media en una silla de metal y con frio escuchando a personas hablar.
Cuando tenía niños pequeños mi excusa perfecta era solo mandar a mi esposo a la reunión y yo quedarme en casa al cuidado de los niños. Pero ya no puedo hacer eso porque mis hijos ya estan grandes y se pueden cuidar solos y más si solo es por un par de horas.

Mi esposo tuvo cirugia de rodilla el viernes y cuando llegó el sabado por la tarde le dije: "Me imagino que estarás pensando en quedarte en la casa y no ir a la conferencia, verdad? Para mi esposo eran tres horas de reunión cuando para mi solo era una hora y media! Su respuesta no me sorprendió! Aun cuando estaba recién operado, con dolor y en un estado no muy cómodo, aun así, el se estaba alistando para su reunión. Esta vez yo no podia decirle: No voy a ir, me voy a quedar en casa! Asi que simplemente comencé a alistarme para asistir a la segunda reunión junto con mi esposo.
 
Cuando se aproxima siempre una conferencia de estaca en mi iglesia no siento ganas de ir pero siempre a ultimo momento cambio mi actitud y voy. No solo asisto sino que tambien al termino de la reunión salgo edificada y agradecida por haber asistido una vez mas a esas reuniones. El Espiritu y las cosas que se aprenden es muy lindo.
Esta vez tengo que agradecerle a mi esposo por su ejemplo. Gracias a su ejemplo y por el estado en la cual se encontraba y se encuentra, me hizo pensar una vez mas y asistir a la sesion de adultos. 
 
En la conferencia tuvimos la oportunidad de escuchar a Elder Salinas, un Setenta de Area de la Ciudad de Mexico. Era un invitado especial a nuestra conferencia. El nos enseñó de la importancia de leer el Libro de Mormón en familia. El libro de Mormón y el estudio de las escrituras diariamente cambia a las personas y cambia vidas! Elder Salinas compartió una experiencia personal de su hijo Jacob. Mencionó que tuvo gemelos, uno llamado Jacob y el otro Isaac. Recuerda que su hijo Jacob cuando tenia 5 años de edad asistía al jardin de infantes(recuerden que a esa edad los niños aun no saben leer).
Un dia vino Jacob de la escuela y le contó a sus papás que habia un niño que lo estaba molestando. Sus papás le recomendaron a Jacob que lo tratara bien. Al dia siguiente vino otra vez su hijo diciendo que el niño lo seguia molestando y sus papás le recomendaron que sea amigable con ese niño...al dia siguiente otra vez... y los papás le dijeron que jugara con el, otro dia que se hiciera amigo de el, otro dia que fuera y le contara a la maestra y Jacob siguió asi toda la semana diciendo que el niño en la escuela seguía y seguía molestando. 
 
Elder Salinas cuenta que un dia fué a buscar a Jacob a la escuela y cuando estaba estacionando su carro en el estacionamiento de la escuela visualizó a sus gemelos sentados con el niño que tanto molestaba. Dice que desde su carro vió a Jacob sentado de un lado, el niño molestón en el medio y del otro lado su otro hijo Isaac. Elder Salinas se asombró y pensó: oh no... que está pasando aqui? y cuando se estaba acercando a sus hijos vió que Jacob tenía en sus manos un libro y que ese libro era el "Libro de Mormón". Le estaba mostrando aquel niño, aquel libro importante y los dibujos que se encontraban alli. Elder Salinas sabía que sus hijos no sabian leer...pero el podia ver que estaban con el Libro de Mormon en mano y muy atentos los tres. 
Al acercarse Elder Salinas le preguntó a su hijo Jacob que estaba haciendo con ese libro y con ese niño... a lo cual su hijo Jacob respondió:- Papá, si el Libro de Mormón no cambia a este niño, nada lo hará cambiar! 
 
Fué una linda experiencia del Elder Salinas al compartirla! La importancia de enseñar desde una temprana edad a nuestros hijos acerca del valor de leer y estudiar las escrituras. Aun cuando los niños son pequeños es bueno que crezcan en un hogar donde vean la importancia del estudio de las escrituras. 
 
Gracias por esta Conferencia de Estaca, por el ejemplo de mi esposo y agradecida por haber asistido a una más!

lunes, octubre 03, 2016

Ora... El está allí

Si tus sueños se vienen abajo por alguna razón, yo estaré ahí para reconstruirlos. Cuando estés en angustias, que todo te va mal y la vida es tan dura... recuerda que siempre estaré para siempre ayudarte. Cuando te sientas solo y vacío, que tu corazón se sienta lleno de angustia y dolor yo estaré para aliviarlo. Yo siempre estaré a tu lado para hacerte compañía, cuando las lágrimas nublen tu vida te las secaré... Si tu día amanece gris lo iluminaré, tenderé mi mano para ampararte y saber que estoy que nunca te voy a olvidar. Gracias a "Si tu me lees"

Hay una escritura en la Biblia en el libro de Isaias que me ayuda a recordar que nunca estamos solos, que  Dios siempre está y estará con nosotros siempre. El es el único que nunca nos abandonará, en ningún momento nos desamparará. En Isaias 41:10 y 13 dice:
10 "No temas, poque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."
13 "Porque yo, Jehová, soy tu Dios, quien te sostiene de la mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudaré."

Para mi la oración es un medio que me ayuda mucho. Es una herramienta poderosa que tenemos para usar siempre y comunicarnos con Dios. Debemos usarla. Siempre esta a nuestra alcance. Una de mis canciones favoritas comienza diciendo: "Padre Celestial, dime, ¿estás ahí? ¿Y escuchas siempre cada oración?"
Yo sé que mi Padre Celestial me ama. Sé que en El puedo confiar. El me entiende. El me escucha siempre. El me mira siempre y sé que con El siempre podré hablar, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Ora; Él está. Habla; Él te escucha. Eres Su Hijo; Su amor te rodea. Él te contesta. ("Oración de un niño", Canciones para niños, págs. 6–7)

El Presidente Ezra Taft Benson en cuanto a la oración, el dijo: “En todo el curso de mi vida, el consejo de depender de la oración es el que he estimado más que cualquier otro que haya recibido. Se ha convertido en parte íntegra de mi ser, un ancla, una fuente constante de fuerza, y la base de mi conocimiento de las cosas divinas… “A pesar de las persecuciones o los fracasos, en la oración se puede hallar seguridad, porque Dios serenará nuestra alma. Esa paz, ese espíritu de serenidad, es la bendición más sublime de la vida”

El apóstol Pablo exhortó: “…Sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios… “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
¡Qué promesa tan gloriosa! La paz es lo que procuramos, aquello que añoramos. No se nos puso en esta tierra para que caminásemos solos. ¡Qué fuente extraordinaria de poder, de fortaleza y de consuelo está al alcance de cada uno de nosotros! Aquél que nos conoce mejor que lo que nos conocemos a nosotros mismos, Aquél que ve el panorama entero y que conoce el fin desde el principio nos ha asegurado que Él estará allí para brindarnos ayuda si tan sólo la pedimos.
Tenemos la promesa: “…orad siempre, sed creyentes, y todas las cosas obrarán juntamente para vuestro bien. (DyC 90:24) A medida que nuestras oraciones ascienden hacia el cielo, no olvidemos las palabras que nos enseñó el Salvador. Al enfrentar la intensa agonía de Getsemaní y la cruz, Él oró al Padre: “…no se haga mi voluntad, sino la tuya” Lucas 22:42

Por difícil que sea a veces, debemos también confiar en que nuestro Padre Celestial sabe mejor cómo, cuándo y de qué manera brindar la ayuda que buscamos. Dios está allí para cuando se sientan tristes o felices, desanimadas o esperanzadas. El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente siempre está allí. A medida que busquemos a nuestro Padre Celestial mediante la oración ferviente y sincera y el estudio serio y dedicado de las Escrituras... Conoceremos el amor que Dios tiene por nosotros; entenderemos que nunca caminamos solos. Les prometo que un día meditarán y considerarán sus tiempos difíciles y se darán cuenta de que Él siempre estuvo allí, a su lado. ("Nunca caminamos solos" Pte. Thomas S. Monson)