viernes, abril 28, 2006

Mami, por qué...?

Esta semana mi hija mayor de 5 años de edad estaba pintando un dibujo donde estaba Jesús y cuando le estaba pintando su pelo me preguntó: Mami, por qué Jesús tiene pelo largo? Lo primero que me vino a la mente fue decirle: En ese tiempo se usaba asi, no habia peluqueros. Y luego siguió pintando su dibujo.

El verano pasado estabamos en la parte de atrás de la casa, toda la familia leyendo y disfrutando de la briza que corría, cuando mi hijo de 3 años de edad me hizo la siguiente pregunta: Mami, qué hacen las mujeres? Bueno respondí, muchas cosas hijo. Qué tu crees que hacen? le pregunté y el respondió: las mujeres limpian los baños y me rei por lo que habia dicho y luego le pregunté: y los hombres que hacen hijo? a lo cual el respondió: Los hombres leen el Libro de Mormón.

En verdad a veces me sorprenden los niños con sus preguntas y respuestas. La semana pasada mi hija comenzó hacerme preguntas de dónde salen los bebes y en verdad me di cuenta que uno debe estar siempre preparado para darles una buena respuesta. No hay que obviarlas porque ellos ya estan en una edad en que quieren saber del porque de todas las cosas.

martes, abril 25, 2006

Los jóvenes que han pasado por mi vida.

Hace un par de semanas estuve leyendo mi diario personal , por cierto que desde los 12 años de edad que escribo mi diario asi que tengo mucho para contar. Pero bueno me llamó la atención unas páginas que he escrito acerca de los jóvenes que han pasado por mi vida antes de casarme(Obviamente) porque en él, he escrito cosas positivas de ellos. Comunmente cuando uno rompe una relación te da la rabieta y comienzas a escribir algunas cosas no muy buenas pero hoy quiero hacer tributo a ellos. Cosas que he aprendido. He salido con cinco jóvenes y luego hay otros que han querido salir conmigo pero yo no con ellos jajaja! Esto fue en el comienzo de mis 16 años y llega hasta los 22 años de edad.No los nombraré por sus respectivos nombres porque es personal.

Comencé a salir con el primer jóven a los 16 años. Duré solo un par de meses y nunca lo besé. Nos conocimos en un baile de la Iglesia. (nunca salí a bailar a una discoteca) los únicos bailes en la cual asistía eran en la iglesia. Me pareció muy apuesto el jóven pero vivía lejos de mi casa y por eso nos juntábamos cada semana o dos con algunas llamadas telefónicas entre medio. Pues a los 16 años no sabia que hacer, ni que decir....esto suena medio tonto pero fue cierto. Ahora una jóven de esa edad vienen mas despiertas, pero yo era todo lo contrario. Muy timida e inocente. Duró poco nuestro noviazgo porque tenía algunas amistades que me metían algunas ideas en la cabeza o mas bien creo yo que estaban celosas porque ellas no tenían novio y me dejé llevar por ellas y por eso terminé pronto. Pero me consta que fué buen jóven y lo mas importate que me respetó. Por qué no lo besé? En ese tiempo tenía un obispo que en mis entrevistas me decía lo importante y lo sagrado que era el dar un beso. Ese obispo era como mi padre, en sus entrevistas me daba muy buenos consejos y me hablaba seriamente lo importante que era cuidarse ahora que yo tenia la edad suficiente para salir con jóvenes. Gracias obispo. Ojalá siempre podamos estar prestos a escuchar las palabras de nuestros obispos. Ellos son hombres inspirados y saben porque nos dicen algunas cosas.

A mis 17 años de edad conocí otro joven. Muy guapo el,alto y bellos color de ojos. No tenía la menor intención de enamorarme de el. O que el se enamorara de mi.
Con este joven peleábamos todo el tiempo. El decía una cosa y yo decia otra, el decia blanco y yo negro y eso nos hizo pensar y preguntarnos del porque nos llevábamos siempre la contra(los que se pelean se aman, verdad?) Luego mas adelante encontramos la respuesta y era que nos habíamos enamorado uno del otro pero ninguno de los dos quería asumirlo. Este jóven fué el que me dió mi primer beso. A mis 17 años de edad y debo admitirlo que fue bien bonito y especial. Aunque yo no quería que me besara. El me dijo: Puedo besarte? y mi respuesta fué con otra pregunta: Puedo abrazarte? Y sí, nos abrazamos pero a los pocos segundos me estaba besando. Cuando se fué de mi casa corrí hacia donde estaba mi mamá para contarle que me había besado. Recuerdo que yo estaba super contenta y emocionada ese dia. El tiempo pasó y el mismo dia que estaba yo cumpliendo 18 años de edad este Joven me dijo: Marina, no quiero que te prepares para una misión religiosa, ni que te inscribas en tu último año de la escuela porque yo quiero casarme contigo. La verdad que al escuchar esas palabras, me asusté. Si, me asusté porque no pensaba a esa edad en tener una relación tan seria que me llevaría a casarme tan jovencita. Nuestra relación continuó por algún tiempo más pero luego todo se fué apagando. Algo muy importante que aprendí de el fué, el leer sus ojos, me enseñó que los ojos hablan y que nunca mienten.

A los 19 años apareció en mi vida un tercer jóven. Era un jóven que llegó a la Argentina con un nuevo negocio que pronto se abriría en la ciudad. En una de esas tantas reuniones de negocios se conoció con mi madre quien le pidió a ella si podia pasar la noche en casa. Alli fué cuando lo ví por primera vez. Un hombre muy atractivo. Si mal no recuerdo era 7 años mas grande que yo. Usaba buenos trajes y cuidaba mucho su apariencia personal por ser un hombre que hablaba en público y debia lucir bien en todo momento.
Nunca tuve mucho interes en el negocio, pero si en sus conferencias y reuniones porque uno salía animada para superarse y lograr tener exito en la vida.

A medida que el tiempo pasaba nos fuimos conociendo poco a poco. Recuerdo que fué en la estación del tren  cuando nos expresamos nuestros sentimientos del corazón. Desde ese momento comenzó a crecer algo bonito de mi parte pero habia un problema! este joven viajaba mucho dentro y fuera del pais y las pocas veces que estaba en mi ciudad se dedicaba completamente al negocio. Y cuando teníamos la oportunidad de estar juntos ni siquiera dejaba que le tomara su mano adelante de las personas y eso hizo que pensara yo que nuestra relación, no se estaba llevando con seriedad.

Recuerdo un dia teniendo una entrevista con mi obispo de mi iglesia, me dijo claramente que ese hombre no era para mi!
El tiempo pasó... el se regresó a su pais y nunca más lo ví. De vez en cuando recibía algun que otro llamado telefónico donde me expresaba su cariño, pero eso era todo.
Creo que al final era un buen hombre...solo que lo conocí en un momento en su vida que su prioridad eran otras cosas.

A los 20 años de edad conocí a otro joven durante los ensayos de coro que participaba yo después de los servicios religiosos. Asi que me daba gusto asistir a las prácticas porque mis ojos podían deleitarse en alguien. El era listo y sabía conquitar a una mujer. No me conquistó precisamente en los ensayos de coro si no durante un baile cuando me sacó a bailar música romántica. No sé como pasó todo tan rápido pero al finalizar el baile salímos los dos tomados de la mano como si nos hubiéramos conocido de hace mucho tiempo. Nuestra relación duró varios meses y también viví a su lado la preparación para que el saliera a una misión. Sus padres no vivían en Argentina y el vivía sólo en Buenos Aires asi que mi familia y yo creo haberle servido mucho de apoyo. He aprendido algo muy importante estando a su lado, su humildad. Me enseñó con ejemplos lo que es tener humildad.

Yes!!!!! el último para que no te aburras. A los 22 años de edad conocí al que ahora es mi esposo. La persona que me hace feliz y porque no decirlo tambien, el que me aguanta con todas mis locuras como esta de escribir cosas de mi vida personal en mi blog.

Si todavia tienes tiempo y te mata la curiocidad de saber que pienso de mi esposo puedes encontrarlo bajo el título de:" A mi esposo"

domingo, abril 09, 2006

El Libro de Mormón.

Recuerdo muy bien que faltaban dos semanas para que terminara el año 2005 y yo estaba recien en la mitad de Alma en el Libro de Mormón.

Nuestro Profeta actual, Gordon B. Hinckley nos exortó en el mes de agosto a todos los miembros de la iglesia en todo el mundo y a nuestros amigos de todas partes a leerlo o releerlo el Libro de Mormón. Con la promesa de que recibiríamos personalmente o en nuestro hogar una porción mayor del Espiritu del Señor. Se fortalecerá su resolución de obedecer los mandamientos de Dios y tendrán un testimonio mas fuerte de la realidad viviente del Hijo de Dios.(Liahona de agosto de 2005 Pag.#6)

Esas palabras me sonaban en mi mente muy amenudo a medida que iban pasando los meses. En nuestro barrio durante ese período de meses cada domingo escuchaba decir en la reunión Sacramental, en la sociedad de socorro que no nos olvidáramos de la exortación del Profeta de leer el Libro de Mormón e incluso se nos hacía recordar que en cada mes de las visitas como maestras visitantes invitáramos a las hermanas a que lo leyeran.

Cada vez me sentía como que me clavaban algo en mi pecho porque sabía que era una invitación del Profeta y no podía dejarlo pasar además de ser yo la maestra de la escuela dominical donde enseñaba que debíamos ser obedientes asi que debía yo primero dar el ejemplo.

Comenzamos con mi esposo a leerlo pero esto no funcionó muy bien por falta de tiempo y coordinación de horarios asi que mejor decidimos leer por separado.
Recuerdo que ya teníamos nuestras vacaciones programadas para ir a México en las dos últimas semanas de diciembre. Tuve la buena idea de llevarme en mi valija el Libro de Mormón y me prometí a mi misma que lo terminaría de leer no importando si tenía que quedarme hasta tarde leyendolo.

Me fustré durante el viaje en el avión por no poder adelantar nada. Tener tres hijos pequeños y estar en aeropuertos grandes y que los niños querían caminar por todos lados o en el avión que no podían matenerse sentados y reverentes no pude avanzar nada en la lectura.

Llegando a México y durante las dos semanas que estuvimos en Ciudad Juarez me concentré en leer y en leer. Me levantaba temprano o a veces me quedaba en la casa cuando todos los familiares se disponían a salir a pasear y yo con el pretexto de que mi hijo menor estaba durmiendo siesta me quedaba en la casa silenciona. Me sentaba en el sofa, frente a una ventana donde entraba el calorcito del sol, abría mi libro y leía páginas y páginas. Me atrapaba mucho la lectura y me gustaba porque no sentía que lo estaba leyendo solo por leer sinó que estaba al mismo tiempo aprendiendo y podía sentir el Espíritu del Señor testificandome.

Terminé de leer el Libro de Mormón el 31 de diciembre por la tarde. Ese libro me acompanó en mis vacaciones todo el tiempo, lo leía varias veces al dia dentro y fuera de la casa. Quería ganarme la promesa que nos hizo el Profeta Gordon B. Hinckley y lo logré. Al cumplirlo sentí paz en mi corazón y muy emocionada por ser obediente a su exortación.
La lectura me ayudó a comprender algunas cosas. Me ayudó a fortalecer mi testimonio y a confirmar una vez más que el Libro de Mormón es verdadero y que ese libro tiene el poder de cambiar tu vida.