jueves, enero 28, 2010

Hoy no tuve un buen día.

Comencé la mañana limpiando baños porque ya necesitaban una limpieza profunda, y realmente quedaron muy bien. Hasta entré varias veces para disfrutar de lo limpio que estaban.

Al mediodia llegó uno de mis hijos, quien hoy me hizo sentarme a su lado para que le armara un barco que desde hace días me lo venía pidiendo. Lo hice y disfruté de lo contento que él quedó al verlo terminado.

Luego con mi madre y mis dos hijos mas chicos nos fuimos a la biblioteca, en la cual mi hijo de dos años no se portó nada bien. Siempre que llegamos al lugar comienza a corretear por cada pasillo. Antes tenía la costumbre de sacar los libros de su lugar y ahora le agarró por correr y reírse y yo perdiendo la paciencia y tratando de agarrarlo y cuando lo agarro y lo cargo sobre mi. Ahí comienza a llorar o a gritar más fuerte y en ese momento comienzo a perder el control y agarro todo asi nomás yéndome al carro fustrada por no haber pasado un buen tiempo en la biblioteca. Así fue exactamente lo que pasó el día de hoy.

Luego llegué a mi casa sin fuerzas. Opté por tomar uno de los libros que había traído y me acosté por unos munitos para leer un poco y claro que no lo pude hacer. Si estuve mirando el libro por cinco minutos seguidos fue mucho.

Luego llegó la hora de que mis otros dos hijos llegaran de la escuela. Se portaron un poco bien, luego salieron a jugar un rato afuera con los vecinitos del barrio y cuando entraron tuvimos la cena en familia sin la compañía de mi esposo que hoy iba a llegar tarde, y desde ese momento que me senté a la mesa uno de mis hijos simplemente se portó mal, pero mal, mal. Luego le siguieron los otros, así que puse a dos de mis hijos en "time out", otro que se fuera al segundo piso, mi hija tratando de consolarme con sus palabras, y yo perdiendo la paciencia otra vez, viendo que mi cocina estaba sucia, que me esperaban todos los platos para ser lavados y eso no fue todo. Después tocó la hora de bañarse y ese fue otro dilema, que para que contarlo.

Hoy fue el primer día desde que comenzó el 2010 que acosté a mis hijos a las 19:30 en vez de las 21:30 porque simplemente no los aguantaba mas, mis fuerzas se debilitaron y los mande a dormir y por suerte y gracias al cielo que se quedaron en la cama callados y pronto se quedaron dormidos. Me imagino que ellos tambien deben estar cansados. Gastan tantas energías que ¡tienen que estar cansados!

Una vez recuerdo haber leído una historia de una madre que se sentía así como yo; cansada, agotada, sin fuerzas. Y pidió a Dios que por favor si tan solo la podía llevar a su presencia por esa noche y regresar al día siguiente para estar con sus hijos (ojalá pudiera encontrar esa historia nuevamente), pero qué bueno que sería si tan solo Dios me pudiera llevar por un momento con Él y sentir su paz, su amor.

Hay un versículo en el Libro de Mormón en 2 Nefi 28:32 que dice: "...mi brazo está extendido todo el día,..." o en Doctrina y Convenios 6:22 dice: "...te estrecharé entre los brazos de mi amor."

¿Como puedo sentir esos brazos de su amor? Creo que puede ser muy similar a los brazos de una madre que ama a su hija profundamente y que en momentos difíciles cuando recibes un abrazo de una madre que ama a su hija y que quiere y te brinda lo mejor para ti, lo podria comparar con esos mismos brazos que Dios te brinda en todo momento y que estan llenos de ese mismo amor. Pero en fin, terminé mi día yendo al baño derramando lágrimas para desahogarme y eso me hizo sentir un poco mejor. Aunque hubiera querido con todo mi corazon recibir un abrazo de mi madre para que simplemente me sintiera apoyada y valorada pero no quize pedírselo. Preferí que se fuera a dormir ella tambien por haber pasado también un día difícil por las travesuras de mis hijos.

A propósito ya que mencioné a mi madre. Hoy fue al doctor y le sacaron el yeso de su mano aunque por dos semanas mas tiene que tener su mano lo mas quieta posible. En lugar de tener el yeso tiene una protección en su mano con la diferencia del yeso que esta se la puede sacar para ducharse y luego volvérsela a poner. Al menos esa fue ¡una noticia alegre en el dia de hoy!

Y ahora si me voy a descansar ya que necesito reponer fuerzas para mañana afrontar otro día más.

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